El imperialismo fue un suceso que se desarrolló en el siglo XIX, y que consistía en la expansión de las potencias europeas. Dicha expansión era para poder tener nuevas materias primas que no se encontraban en el país y poder comercializar con sus colonias, pero además para tener nuevos gobiernos en donde gobernar y así ser una potencia reconocida por todo el mundo.
Esta etapa de la historia comenzó aproximadamente en el año de 1870, exactamente cuando estaba al auge la segunda revolución industrial, es decir, los países comenzaron a sentir una presión, ya que debían de resaltar en el mundo, pero ¿cómo iban a lograr eso?, era fácil, el país que tuviera mejor tecnología, más territorios, más materias primas, y por lo tanto dinero,sería el “modelo a seguir”. Era lógico que todos los países anhelaban ser ese modelo, entonces debían de buscar nuevos territorios en donde gobernar, y así se ahorraban muchos pasos, porque tendrían más materias primas, mano de obra barata, y un mercado garantizado (que eran todos los habitantes de la colonia). Si nos situamos en una línea del tiempo, veremos que bastaron 40 años (de 1870 a 1910), para que el mundo se volviera imperialista.
